5/03/2013 | Sin categoría

La Fundación Apel·les Fenosa homenajea a Nicole Fenosa y presenta su colección

El próximo viernes 15 de marzo a las 19 h, la Fundación Apel·les Fenosa rendirá un homenaje a la memoria de Nicole Fenosa en el jardín de su sede, en la calle Major, 25, del Vendrell. El acto se cerrará con la inauguración de la primera entrega de la exposición de la colección de Apel·les Fenosa y Nicole Fenosa, que incluye las obras que el matrimonio conservaba al Vendrell. A lo largo del verano se presentará la segunda parte, con las obras provenientes de París.

En esta primera presentación de la colección, se exponen obras que corresponden a la sensibilidad coleccionista de los Fenosa. Uno de estos aspectos es el de su pasión por los libros. De muy joven, Fenosa recitaba de memoria versos de Dant y Petrarca, y sentía una especial vocación por obtener ediciones especiales de los libros de los autores que estimaba. La amistad fraternal con bibliófilos excepcionales como Jacques Guérin, Pierre Berès y, muy especialmente, Irving Davis y Joan Gili, libreros anticuarios, le permitió adquirir obras de primer orden, como son Los triunfos, de Petrarca, de 1532; la Vita Nuova, de Dante, de 1576; La crónica de Ramon Muntaner de 1562; Orlando Furioso, de Ludovico Ariosto, de 1773; los Anales de Cataluña de 1709, y el Histoire du vaillant chevalier Tirant Lo Blanc de 1740. Muchos de estos libros se encuentran en las bibliotecas de la casa del Vendrell, junto a libros contemporáneos como El Immaculée Conception, de Paul Éluard y André Breton, con aguafuerte de Salvador Dalí; Poésie pour pouvoir, de Henri Michaux, de 1949, o ediciones dedicadas de Jean Cocteau o Roger Caillois.

Otra pasión manifiesta de la muestra es la de Picasso. Fenosa conoció a Picasso en el año 1923 y, desde el primer momento, Picasso ayudó a Fenosa y le profesó una profunda amistad. Con el tiempo, la colección de fenosas del pintor superaba el centenar de esculturas, que compraba para ayudarlo y por el aprecio que le tenía. Muy especialmente, en los años de la ocupación, Fenosa visitaba a diario el taller de Picasso y el escultor siempre manifestó la deuda que tenía. Fenosa conservó obras de Picasso, cuatro dibujos de los años cuarenta, grabados, y retratos vintage de Brassaï.

Una curiosidad de la muestra es que, el 14 de enero de 1943, Picasso le regaló a Fenosa un libro de Jean Cassou Picasso (editorial Hypérion, París, 1940), con cuatro dibujos y una llanura con dedicatoria. Actualmente, sólo resta la dedicatoria y tres dibujos que se exponen en esta muestra. El cuarto dibujo lo vendió Fenosa el año 1957. obtuvo 500.000 francos franceses de la época y los empleó para comprar la casa del Portal del Pardo. Hizo de intermediario en la venta el poeta Tristán Tzara.

Otra pasión de Fenosa fue la de Japón. Pasión por el Japón. Los vínculos de Fenosa con el Japón se inician en París, en los años veinte, cuando contacta con artistas japoneses de la Escuela de París: Kinosuke Ebihara, Takashi Shimizu o Kenzo Okada. A partir de los años cuarenta, amplió estas amistades con autores como Key Sato y con una serie de asistentes japoneses, como Jiro Hashimoto, Yasuo Mizui, Shinya Nakamura o Kenji Yoshida. El año 1966 la galería Takashimaya de Tokyo organizó su primera retrospectiva al Japón y Fenosa viajó por todo el país, volviendo con muchos objetos, estampas y libros adquiridos u obsequios de sus fieles amigos. De los libros destacan ediciones de Hokusai, como Ehon Kokyo: The Canon of Filial Piety, de 1934, o Jokun Hyakunin Isshu Oshiekagami, de Utagawa Yoshitsuna, y estampas de Hiroshige, Eisen y conocidas vistas del Fuji de Hokusai.

Del entorno del barrio de Montparnasse, se deriva otra pasión por los artistas de la Escuela de París. Fenosa se sentía realmente vinculado en este barrio, donde vivió siempre y donde mantenía su taller del Boulevard Saint-Jacques. En el año 1953 el matrimonio Fenosa se instaló en la rue Boissonade y menudeaban los cafés del barrio, donde residían la mayoría de sus amigos, de los cuales conservaba obras. Sus vecinos eran Vieira da Silva y Arpad Szenes, Antoni Clavé, Óscar Domínguez, Francisco Peinado o Jean Pougny. Muchos de sus amigos eran principalmente poetas, de los cuales conservaba una numerosa colección de manuscritos. Si alguien ha entendido realmente la obra de Fenosa, estos han sido los poetas. Los poetas mayores del siglo XX, franceses y catalanes, han admirado la obra del escultor y le han dedicado poemas: Jean Cocteau, Paul Éluard, Jules Supervielle, Carles Orilla, Josep Carnero o Salvador Espriu.